Opinión: ¿está bien que Wimbledon sancione a los tenistas rusos por la Guerra en Ucrania?

Por Nico Quércia - 23 de abril, 2022
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Foto de WImbledon

El mundo del tenis está dividido por la decisión de Wimbledon y de la federación británica de tenis (LTA) de prohibir a jugadores y jugadores de Rusia y Bielorrusia por la participación de sus países en la Guerra en Ucrania. La ATP, WTA y jugadores como Novak Djokovic se expresaron en contra, mientras que tenistas ucranianos se mostraron a favor del veto. La política y el deporte se entremezclan una vez más como consecuencia de la guerra. ¿Está bien que no jueguen los rusos y bielorrusos en Wimbledon?

«Sería inaceptable que el régimen ruso pueda obtener beneficios por la participación de tenistas en Wimbledon. Por eso declinaremos la entrada de jugadores de Rusia y Bielorrusia en 2022», anunció Wimbledon esta semana a través de un comunicado. La medida va en línea con la tomada por muchas federaciones deportivas internacionales: vetar a atletas rusos con el argumento de que el deporte puede ser utilizado como vehículo de propaganda del gobierno ruso.

Dolgopolov estalla contra Rublev: «Mentiroso e hipócrita»

El argumento es rechazado por los tenistas de ese país, como Andrey Rublev, que tildó la sanción como «discriminatoria» y propuso donar premios a las víctimas de la guerra como alternativa. Alexander Dolgopolov, extenista ucraniano, lo calificó de «mentiroso e hipócrita» por no ser claro en su crítica al gobierno de su país. Similar reacción tuvieron tenistas ucranianos, que piden vetar a jugadores rusos que no se manifiesten «claramente» en contra del régimen ruso. Del otro lado, numerosos tenistas y extenistas como Martina Navratilova, Billie Jean King o Novak Djokovic, criticaron que se prohíba jugadores por su nacionalidad. «No puedo apoyar la decisión de Wimbledon. No es culpa de los atletas. Cuando la política se interfiere con el deporte, usualmente, nunca va bien», dijo Djokovic.

El serbio, claro, habla por experiencia propia. Este año, su postura en contra de las vacunas contra el covid-19 le valió ser deportado de Australia y no poder jugar el primer Grand Slam de la temporada. Pero la situación es distinta. Existe un consenso en las estructuras políticas del deporte internacional en vetar a rusos y bielorrusos por la Guerra en Ucrania. En la mayoría de los deportes se los ha excluido, aunque algunos pueden seguir compitiendo de manera aislada a nivel internacional. El tenis es uno de los casos más resonantes. Daniil Medvedev llegó a ser número 1 del mundo mientras se desataba la guerra.

Como principio fundamental, los deportistas nunca deberían ser privados de poder desempeñar su trabajo solo por el hecho de pertenecer a un país cuyo gobierno toma una medida que transgrede las normas internacionales. En tal caso, si existe un acuerdo mayoritario, como en algunos deportes ocurre ahora, se puede entender la prohibición como medida temporal de presión, dentro de una serie de sanciones globales en otros campos. Pero no es el caso del tenis, donde las federaciones que regulan el deporte (ITF, ATP, WTA) no decidieron eso.

No tiene sentido alguno que un tenista ruso o bielorruso no pueda jugar el ATP de Queens, pero esa misma semana sí pueda disputar el ATP de Halle. La medida, en fin, revela las dificultades que tiene el tenis en su estructura de gobernanza global, con divisiones de poder entre las diferentes asociaciones. Y como siempre, los perjudicados son los deportistas. «Podría entender que nos prohíban si eso fuera a cambiar algo, pero no va a pasar», manifestó Rublev. En los hechos, tiene razón. La prohibición de atletas rusos solo ha tenido efecto hasta ahora como declaración de principios, como manifestación simbólica y política. ¿Basta eso para «tolerar» la sanción contra rusos y bielorrusos? No debería.

Nico Quércia