Alcaraz sueña y avisa: «Voy a intentar parecerme aunque sea un poco al Big 3»
Durante años, los fanáticos del tenis se preguntaron qué sería del deporte una vez que el Big 3 se retirara. Hasta que apareció Carlos Alcaraz. El final de Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadalse acerca, más temprano que tarde, pues si hay algo inexorable en la vida es el paso del tiempo. Aunque todavía algunos de ellos siguen quemando sus últimos cartuchos. Pero un jovencito de 19 años ya dio el aviso. Alcaraz ganó en el US Open su primer título de Grand Slam y es el nuevo número 1 del mundo. Y no solo eso. Apunta bien alto.
«Es algo que he soñado siempre, he trabajado muchísimo. Algo muy especial y algo que nunca voy olvidar», dijo Alcaraz luego de la final ganada a Casper Ruud en Nueva York. El murciano destrabó diferentes niveles de excelencia en las dos semanas de torneo, ganando batallas épicas a cinco sets hasta levantar el trofeo. Incluso en la final debió sobreponerse a los nervios y el cansancio. «No ha sido fácil, más que mentalmente ha sido de piernas, me costaba moverme al final del partido. Es genial tener el trofeo. Me sobrepuse a mí mismo, he jugado partidos duros durante las dos semanas como nunca antes».
Nunca visto en la historia: todos los récords de Alcaraz al ganar el US Open
Alcaraz es el número 1 más joven desde que existe la clasificación mundial de la ATP a partir de 1973. Y pese a que siempre prometía lo que hoy consigue, hasta él mismo se sorprende. «Estoy feliz de llegar al número 1 y seguir creciendo. Es una locura, nunca creí que llegaría alcanzar esto a los 19 años. Todo llegó muy rápido».
¿Qué hace diferente a Alcaraz? Muchas cosas. Su talento, su capacidad para trabajar, su mentalidad. Pero sobre todo, su alegría. Ningún jugador se la pasa tan bien en la pista como él. Y él mismo considera que haber recuperado la sonrisa tras duras semanas previas al US Open fue la clave del título. «Juan Carlos (Ferrero) me dijo en Cincinnati y Montreal que había perdido la alegría. Sentía la presión y no podía sonreír en la pista. Así que vine aquí a disfrutar, porque amo jugar al tenis». Y al pedirle que describiera sus dos semanas con una palabra, fue contundente: «Feliz«.
Alcaraz considera una «locura» el apoyo que recibe del público allá donde juegue. Pero su tenis explosivo y alegre es lo que lo hace tanto popular. Así como su carisma y personalidad, esa que no piensa modificar pese a su éxito repentino. «No voy a cambiar. Llegaré a España y me encontraré con mi familia, amigos y celebraré con ellos. Para mí está bastante claro que tengo que seguir trabajando para ganar más títulos y estar en la cima».