La «tragedia familiar» que sacudió la vida de Jessica Pegula
Jessica Pegula es la número 4 del ranking mundial de tenis femenino de la WTA. Y lo consiguió sobrellevando una durísima «tragedia familiar»en 2022. La tenista estadounidense, que consiguió el año pasado el mayor trofeo de su carrera en el WTA 1000 de Guadalajara, conquistó lo más alto de su carrera a los 28 años. Y todo en medio de una delicada situación de salud familiar. Su madre, Kim, sufrió un paro cardiaco que la dejó al borde de la muerte y todavía la tiene en una larga y lenta recuperación. Recién ahora, ocho meses después de los sucesos trágicos, Jessica Pegula pudo contar su historia.
«Mi mamá estaba dormida cuando mi papá se despertó y ella estaba con un paro cardíaco y no respondía durante bastante tiempo», contó Pegula en un artículo en primera persona publicado en The Players Tribune. Allí, reveló que fue su hermana quien salvó la vida de su madre. «Mi hermana le dio resucitación cardiopulmonar (RCP hasta que llegó la ambulancia. Ella salvó su vida», cuenta Jessie. Paradojas del destino, la hermana de Pegula había aprobado un curso de RCP apenas tres meses antes por una situación laboral. «Ahora, si tenemos un ataque al corazón, puedes revivirnos», escribió Kim en un chat familiar, como un anticipo macabro e irónico.
La madre de Pegula sobrevivió al llegar al hospital, pero quedaron secuelas. «La gran pregunta era cómo estaría ella cuando despertara. Nuestra preocupación ahora había pasado del paro cardíaco a una lesión cerebral. Sin mencionar todos los otros problemas que vienen con ambos eventos. Respirar, tragar, prevenir infecciones, hay tantas cosas que pueden salir mal», cuenta Jessica, que había regresado de un exitoso Roland Garros, donde alcanzó cuartos de final y se metió por primera vez en el Top 10 de la WTA. Pero sin poder festejarlo.
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Los Pegula son dueños de dos de los equipos más famosos de las ligas deportivas en Estados Unidos. Los Buffalo Bills de la NFL (Fútbol Americano) y los Buffalo Sabres de la NFL (Hockey sobre hielo). Por varias semanas, sin embargo, su mundo se paralizó y todos se centraron en el hospital donde estaba internada Kim. «Todos estábamos mental y físicamente agotados», recuerda Jessica, que tras varios días y ante la mejoría de su madre decidió viajar para jugar en Wimbledon, donde consiguió ganar algunos partidos en un contexto muy complicado. «Tuve que lidiar con muchas especulaciones y preguntas sobre su salud, incluso acallando los rumores de que había muerto».
Hoy, Kim Pegula se encuentra en recuperación, pero todavía lejos de volver a ser la persona que fue. «Ella está lidiando con una afasia expresiva significativa y problemas de memoria significativos. Puede leer, escribir y comprender bastante bien, pero tiene problemas para encontrar las palabras para responder. Es difícil lidiar con ella y se necesita mucha paciencia para comunicarse con ella, pero doy gracias a Dios todos los días porque todavía podemos comunicarnos con ella», escribe Jessica.
Para los Pegula, la vida cambió de un momento al otro, pues Kim era la piedra fundamental de todo el negocio familiar, que debió delegarse en el resto de familiares y empleados. «Lo que vino primero fue que fue una tragedia familiar. Ahora agreguen a eso todas sus responsabilidades y se volvió extremadamente abrumador para todos los involucrados», recuerda Jessica.