El emotivo relato de Pedro Cachín: de sufrir graves lesiones a triunfar en el tenis

Pedro Cachín es hoy en día uno de los mejores tenistas de Argentina y del circuito ATP. Aunque a los 27 años, el éxito le llegó luego de sufrir lesiones y mucho trabajo. El cordobés vivió en 2022 el mejor año de su carrera profesional. Arrancó la temporada fuera de los 200 mejores del ranking y la terminó en el puesto 54°. Cachín es una historia de superación, ya que debió irse de su país para crecer. Y le llevó mucho tiempo encontrar los resultados que justifiquen su esfuerzo. Hasta que lo consiguió.

«Ser el número 54 en el año que empecé en 250 es el mejor ejemplo para explicar la importancia de la constancia», dice Cachín en Behind The Racquet, un blog en el que tenistas cuentan sus experiencias menos conocidas detrás de las raquetas y lo que se ve públicamente. «Intento ser muy profesional. Durante muchos años trabajé y no llegué al nivel que pensé que podía alcanzar, estos años me ayudaron a convertirme en la persona que soy ahora», cuenta Cachín.

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El cordobés había llegado a ser Top 200, pero una fractura de vértebra y una lesión grave de tobillo pusieron un freno y dudas en su carrera. «No sabía que iba a pasar», recuerda Cachín, que el año pasado finalmente pudo salir adelante. «Por suerte aprendí de todas esas experiencias, hasta que en 2022 todo cambió para mejor. Me convertí en el número 54 del mundo, jugando los mejores torneos del circuito. La gente del mundo del tenis empezó a reconocerme, algo que me llena de orgullo».

Cachín estaba llamado a ser una referencia del tenis argentino cuando era joven, pero su tiempo llegó mucho más adelante producto de los miedos y la desconfianza. «Durante mucho tiempo tuve miedo de no ser lo suficientemente bueno para este deporte. La gente creía que explotaría temprano, que podría estar en los grandes torneos con 21 o 22 años. Pero el miedo creció cuando los resultados no aparecieron», afirma el cordobés, que a punto de cumplir 28 años, no olvida su pasado mirando al futuro. «Tengo miedos, pero convivo con ellos y aprendo».