Djokovic explica su mentalidad de «serbio loco»: «No puedes estar calmo siempre»

Por Nico Quércia - 1 de octubre, 2022
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Foto de @TelAvivOpen

Novak Djokovic sacó adelante un duro partido para clasificarse a la final del ATP 250 de Tel Aviv, donde busca su tercer título de la temporada. El serbio, que no jugaba un torneo del circuito masculino desde Wimbledon, derrotó a Roman Safiullin en dos sets sets: 6-1 y 7-6(3). En el primer set, todo fue para el ex número 1 del mundo. Pero el segundo parcial fue más complicado y Nole mostró su frustración en varios momentos. Luego de sacar la victoria, Djokovic habló de un «partido muy emocional» y de su «mentalidad de serbio loco».

«Fue un partido muy competitivo, especialmente en el segundo set, donde tuve mucha tensión», dijo Djokovic luego del triunfo en la entrevista pospartido. Safiullin fue un mero partenaire en el primer set, pero en el segundo parcial desafió al serbio y lo complicó, sobre todo cuando Nole sirvió 5-4 y no pudo cerrar el triunfo. «Él tiene un juego agresivo, con gran saque. Jugué algunos puntos malos sacando para el partido. Es uno de esos días en los que debes mantenerte concentrado. En el tie-break estuve más sólido. Son semifinales, sabes que vas a tener un rival que te va a desafiar».

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Djokovic se clasificó a su final 127 en el circuito ATP, donde enfrenta a Marin Cilic o Constant Lestienne. «Estoy esperando la final. Vine a Tel Aviv con el deseo de llegar al último partido», dijo el serbio, que luego de casi tres meses sin jugar demuestra estar en gran forma. Incluso sobreponiéndose a momentos de frustración, como ocurrió en el segundo set.

«Compartí muchas emociones, sobre todo en el segundo set. Fue un partido muy emocional, con algunos buenos momentos, otros malos. No puedes ser perfecto y mantenerte calmo siempre, especialmente con mi mentalidad de serbio loco», explicó Djokovic. Y explicó de qué se trata esa mentalidad. «A veces me ayuda y a veces va en contra mía. Soy un humano, me enfrento a mis emociones. Hay días que me siento bien y otros no».

Nico Quércia