Raducanu: «A veces pienso… Ojalá nunca hubiera ganado el US Open»
Emma Raducanu pasó de ser la nueva gran figura del tenis femenino mundial a un nombre olvidado en el lapso de pocos meses. La británica sorprendió al mundo con un logro histórico, ganando el US Open 2021 sin estar en el Top 100, llegando desde la clasificación y sin perder sets, con apenas 18 años. Pero eso duró un santiamén. Después de un 2022 complicado entre lesiones y malos resultados, en el que no pudo afianzarse en la élite como se esperaba, 2023 arrancó peor y Emma decidió pasar por el quirófano para recuperarse de lesiones en muñecas y tobillos. Lejos de las canchas por un tiempo, Raducanu reflexionó sobre su explosión en el tenis y también sobre su caída. Y si bien valora lo conseguido, admite que también fue una cruz.
«Ese momento en la cancha, cuando estaba celebrando, pensé, literalmente cambiaría cualquier lucha en el mundo por este momento», dijo Raducanu en diálogo con The Times recordando su consagración histórica en el US Open. Pero la británica nunca pudo volver a tocar ese nivel y ese éxito. Al contrario. Las presiones y expectativas hicieron mella en su tenis y también en su cabeza. «Desde entonces he tenido muchos contratiempos, uno tras otro. Soy resistente, mi tolerancia es alta, pero no es fácil. Y a veces pienso para mis adentros ‘Ojalá nunca hubiera ganado el US Open'».
«Cualquier cosa puede venir en mi camino, lo tomaré por lo que tengo en este momento porque esto es lo mejor del mundo. Me prometí eso, en la cancha ese día.Entonces dije, ‘recuerda ese sentimiento, recuerda esa promesa’, porque era completamente puro», dice la británica, que quiere trabajar para volver a sentir esa emoción que vivió en Nueva York.
Raducanu no logró volver a ese nivel por cuestiones emocionales, pero sobre todo físicas. «Estaba luchando con el dolor físico, pero el lado mental también fue muy difícil para mí», dijo Emma. «Siempre quiero presentar la mejor versión de mí misma, o luchar por eso, pero sabía que no podía. Atribuyo mucho mi autoestima a mis logros. Si perdiera un partido estaría realmente deprimida, tendría un día de luto, literalmente mirando a la pared. Siento las cosas con tanta pasión e intensidad».
Raducanu pasó de ser una ignota tenista a una figura mundial en un santiamén y hasta reveló que el Rey Carlos III le preguntó si tenía entrenador cuando mantuvieron un encuentro. Por lo que no es fácil para ella navegar en el circuito con el foco encima. «Lo que me he dado cuenta en los últimos dos años, la gira y todo lo que conlleva, no es un espacio muy agradable, confiable y seguro», dijo Emma. «Tienes que estar en guardia porque hay muchos tiburones por ahí. Creo que la gente en la industria, especialmente conmigo porque tenía 19 años, ahora 20, me ven como una alcancía. Ha sido difícil navegar. Me he quemado varias veces. He aprendido, mantén tu círculo lo más pequeño posible».