¿Qué hay en juego en la final de Wimbledon entre Djokovic y Alcaraz?

Carlos Alcaraz y Novak Djokovic jugarán una final para la historia en Wimbledon 2023, por los números o por su significancia para el mundo del tenis. El serbio juega su final 35 de Grand Slams, un récord histórico. Acumula 34 triunfos seguidos en la Catedral, 45 en la pista central (donde no pierde desde 2013) y 27 en torneos majors. A todo eso se enfrentará Alcaraz, que se convirtió en el tercer español finalista de Wimbledon a nivel individual en varones y en el más joven en conseguirlo desde Rafa Nadal en 2006.

Por el número 1

En primer lugar, lo que está en juego es el número 1 del mundo. Es simple, el que gane el partido entre Djokovic y Alcaraz será el próximo lunes el líder del ranking ATP, una posición que mantendrá al menos hasta la próxima gira de torneos de cancha dura en Estados Unidos, a la que Nole llega en mejor posición, pues el año pasado no compitió. En cambio, Alcaraz defenderá los puntos de su título en el US Open.

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Por la historia

Djokovic aspira a sumar más récords en caso de ganar el título en Wimbledon. Si lo hace, igualará los ocho títulos de Roger Federer y los cinco consecutivos del suizo en la Catedral. Quedando a apenas uno del récord absoluto de nueve de Martina Navratilova. Además, sería su 24° trofeo major, igualando el récord de Margaret Court. Y llegaría al US Open con la chance doble de ganar el 25° para ser líder en soledad y también ganador del Calendar Slam, todos los majors el mismo año. Algo que solo se consiguió cinco veces en toda la historia del tenis.

Por el golpe histórico

Para Alcaraz, el desafío es el más grande de su carrera. Nole tiene todos los números a favor y viene de ganarle a Carlitos en Roland Garros, donde la tensión pudo con el español. Si lo consigue, en los números, Alcaraz sería el tercer campeón más joven de Wimbledon entre los varones en la era abierta (desde 1968) detrás de Boris Becker y Bjorn Borg. Pero sobre todo, daría el mayor impacto en el tenis mundial de los últimos años. Y uno que puede marcar el cambio definitivo de una era.