Maltratos de su padre e intentos de suicido: la escalofriante historia de Jelena Dokic
Jelena Dokic era una de las mejores jugadoras juveniles de finales de los años 90. Ganadora del Abierto de los Estados Unidos junior en 1998, la croata, nacionalizada australiana, estaba llamada a ser una gran leyenda del circuito de la WTA. Sin embargo con el correr del tiempo, Jelena ya no disfrutaba de jugar al tenis. Los constantes maltratos de su padre y entrenador, alcohólico y violento, fueron el centro de su carrera deportiva, que podría haber llegado bastante más lejos de lo que llegó.
Nacida en Croacia, en 1991 Jelena tuvo que abandonar su país tras el estallido de la Guerra de los Balcanes. Sus padres, Damir y Ljiljana Dokic, decidieron mudarse a Serbia y luego a Australia. Allí comenzó el amor de Jelena por la raqueta, jugando algunos torneos juveniles, tomando la decisión de representar a Australia en distintos torneos. En el US Open de 1998 llegó a la gloria al coronarse como campeona de juveniles. De ese día se recuerda una famosa foto junto a David Nalbandian, que le había ganado la final de varones a Roger Federer.
Su irrupción en el circuito fue como un terremoto. En 1999 dio el salto y le ganó a Martina Hingis, la número uno del mundo, por 6-2 y 6-0, en menos de una hora y nada más ni nada menos que en Wimbledon. La historia comenzaba de la mejor manera para la jugadora nacida en Croacia, que ya era considerada un diamante en bruto. Tan solo 3 años le bastaron a Jokic para meterse entre las cuatro mejores jugadoras del circuito.
El peor momento
A partir de allí comenzó una dolorosa historia. Primero: plagada de lesiones, la australiana no podía mantener una regularidad. Segundo: comenzó a aparecer la figura de su padre. Damir era entrenador y representante de la joven tenista. Todo comenzó en un torneo en Birmingham, en 1999. Allí, al ver que su hija iba a ser eliminada, ingresó a la pista y la golpeó. El croata fue expulsado del club, algo que se repetiría meses después en Wimbledon.
Todo era felicidad al eliminar a la número uno del mundo, Martina Hingis, por paliza. Sin embargo, al siguiente partido perdió ante otra leyenda, como lo es Lindsay Davenport. Tras la derrota, su padre la hizo dormir en la calle. Por suerte un empleado del All England Club le permitió a Jelena dormir en uno de los vestuarios. Según la tenista, su padre había asegurado que ella era una vergüenza para la familia.
En Wimbledon el padre de Jelena volvió a ser protagonista, tan solo un año después. Su hija jugaba ante la española Gala León. En medio del partido, y claramente borracho, Damir comenzó a gritar, realizar cortes de mangas y sacar la bandera de San Jorge al grito de: «Este es un país de fascistas«. Los directivos del torneo detuvieron al croata, lo llevaron a una comisaria y le prohibieron la entrada por el resto del torneo.
«Mientras mejor jugaba, peor era la situación, no lo entendía«, dijo en su biografía la croata. Los maltratos continuaron por mucho tiempo. Dokic se retiró en 2014, con tan solo 31 años. Allí comenzó su partido más importante: contra su padre y contra su mente. La ansiedad hizo que Jelena suba de peso, llegando a los 150 kilos, lo que sumó a la depresión. En su biografía llegó a confesar que intentó quitarse la vida en ‘Innumerables veces’.
En la última edición del Abierto de Australia, la francesa Alizé Cornet homenajeó a Dokic por su increíble cambio de vida. Unas horas antes, la australiana había sido muy crítica con los aficionados de su país, que comenzaron a criticarla por su peso y su talla. En un emocionante abrazo, las jugadoras se felicitaron mutuamente. Esto revivió la historia de Dokic, que sin lugar a dudas vivió un infierno, mientras todos pensaban que estaba en el paraíso.