La confesión de Nadal sobre Federer y sus mejores anécdotas: «No quería que ganara»
La rivalidad y amistad entre Roger Federer y Rafael Nadal cobró un valor diferente durante el retiro del suizo el último viernes en la Laver Cup. Roger le puso fin a su carrera a los 41 años y eligió al español como su compañero de dobles para su partido despedida. Durante años, ambos forjaron la mayor rivalidad en el tenis, pero siempre con un vínculo de respeto y admiración que con el tiempo se transformó en amistad. Después de un final a pura lágrima y emoción entre ambos, Nadal recordó sus mejores anécdotas con Federer. Incluida la vez en que «no quería que ganara Roland Garros», pero acabó llorando cuando lo hizo.
«Te voy a ser sincero. En aquel momento yo no quería que ganara Federer la final», dijo Nadal en diálogo con el Partidazo de COPE. La referencia es a 2009, cuando Rafa perdió con Robin Soderling por primera vez en Roland Garros y el suizo ganó su único título allí tras cuatro derrotas frente al español. «Es una rivalidad. Si él ganaba la final, yo tenía opciones de número 1 y probablemente me iba a pasar en el ranking», justifica Rafa. Aunque como todos, acabó emocionado cuando Federer se consagró campeón y pudo por fin obtener los cuatro Grand Slams en su carrera.
«Yo soy una persona que ama el deporte. Le había ganado a Federer en 2005 semifinales. Y de 2006 a 2008 la final. Creo que alguien que está tan cerca merece ganar. Y para él era completar los cuatro grandes. Cuando termina ese partido, yo al final lloro de la emoción», reveló Rafa.
El español no podía no estar «encantado de ver alguien al que más allá de la rivalidad le tengo un gran aprecio y admiración» alcanzar la gloria. Incluso, para su perjuicio personal. «El momento por lo que significaba me hace emocionar y llorar. Deportivamente me iba mal que ganara, pero era lo justo».
El regalo que le pidió Nadal a Federer
Nadal recordó otra anécdota con Federer. La vez que Roger le ganó en Hamburgo, cortando una racha de 81 triunfos consecutivos de Rafa en arcilla. «Era un récord que para mí era importante. Me ganó y cuando llegamos al vestuario le dije si me podía dejar la camiseta con la que había jugado. ‘Me la firmas y la tengo para el recuerdo'», le dijo Rafa a Roger. Y el suizo le correspondió con una firma para el recuerdo: «81, felicidades por un récord increíble e inalcanzable, Roger».