Wimbledon 2013: el día que Andy Murray paralizó a toda Gran Bretaña
7 de julio de 2013, el All England Club se vestía de gala para uno de los momentos más importantes de su larga historia en el mundo del tenis. Andy Murray venía de ser finalista en 2012 de Wimbledon, buscando ser el primer británico en conseguir el título en Londres desde Fred Perry en 1936. Sin embargo ese año se topó con el rey del césped: Roger Federer. Los británicos buscaban revancha.
Fue un torneo sensacional el de 2013 para Andy Murray, de principio a fin. Todos sus partidos, hasta la cuarta ronda, Murray se despachó con todos sus rivales sin ceder un solo set. En los cuartos de final se topó con la mejor versión de Fernando Verdasco. En aquel partido todo parecía que se ponía negro para los fanáticos ingleses y para el propio Andy, que veía como su sueño de ganar Wimbledon se desvanecía. Pero Andy, a modo heroico, sacó un partido impresionante y se metió en semifinales.
En aquella semifinales chocó con una de las sorpresas del torneo: Jerzy Janowicz, que conseguía su mejor resultado en su carrera deportiva. En cuatro sets, tras perder el inicial, Murray conseguía su revancha. Segunda final consecutiva para un jugador que ya sumaba galardones para quedarse con su segundo título de Grand Slam (había ganado el US Open 2012).
Su rival en la final era nada más ni nada menos que el número uno del mundo, Novak Djokovic. No obstante Murray no se mostró para nada tocado. Para él era un partido más, o al menos así lo demostraba en cancha. No fue una paliza, pero Murray se quedó con el título con soltura. 6-4, 7-5 y 6-4 fue el marcador que quedará en la historia de el tenis británico. Un país que se paralizó por la figura de Andy Murray. Todas las ciudades dejaron sus actividades para ver a su nuevo ídolo.