Tsitsipas aclara su crítica hacia el feminismo: «Ahí es donde está el problema»

Stefanos Tsitsipas protagonizó en los últimos días un debate en torno al feminismo, con críticas que publicó en sus redes sociales. El tenista griego suele hacer comentarios en sus diversos canales sobre temas diferentes. Y eligió referirse al feminismo en tono crítico. Lo trató de «culto a la indignación», por lo que recibió varias críticas. Luego, el griego matizó su postura, destacando bondades del movimiento, aunque también cuestionando su carácter «radical«.

«En mi opinión todos son y deben ser iguales a todos. No importa su origen, género, religión, etnia o raza. El feminismo moderno se ha desviado de la igualdad de género hacia un culto de la indignación que busca menospreciar a los hombres. ¿Cómo es eso justo?», había escrito Tsitsipas en su cuenta de Twitter. Eso le valió el cuestionamiento entre otros usuarios de la periodista Catherine Whitaker, con quien mantuvo una discusión en las redes.

Polémico: Tsitsipas dispara contra el «feminismo» y lo trata de «culto a la indignación»

Pero luego de esa crítica inicial, Tsitsipas se volvió a referir al movimiento en un tono más positivo. «El feminismo empodera a las personas, que es una de las principales razones por las que los jóvenes deberían involucrarse. Es una percepción errónea generalizada que el feminismo es exclusivamente beneficioso para las mujeres y que solo las mujeres pueden ser feministas. El feminismo en realidad busca la igualdad de género, no la superioridad de las mujeres», escribió el griego.

«Uno de los objetivos clave del feminismo es tomar los estereotipos de género de larga data y romperlos, de esta manera las personas pueden vivir vidas libres e independientes», continuó Tsitsipas, que afirmó haber mantenido conversaciones con amigos y personas cercanas para informarse del tema. Más allá de esta visión más positiva, el tenista griego aclaró cuál es su principal crítica para el movimiento feminista.

La crítica de Tsitsipas al feminismo

«Las sociedades desiguales son menos cohesivas. Tienen tasas más altas de comportamiento antisocial y violencia. Los países con mayor igualdad de género están más conectados. Esto debe fomentarse a un nivel saludable. No debe ser radical. Ahí es donde está el problema», concluyó Tsitsipas.