Novak Djokovic vuelve a hacer historia y es el campeón del Abierto de Australia

Por Juan Regueiro - 29 de enero, 2023
Djokovic
Foto: Twitter Australian Open

Como si fuera cosa de todos los días, Novak Djokovic consiguió un logro histórico: alcanzó su 22º título de Grand Slam y volverá el nuevo número uno del mundo a partir del lunes. Hoy el tenista serbio jugó a un nivel altísimo, nuevamente, y venció en sets corridos a Stefanos Tsitsipas por 6-3, 7-6 y 7-6. De esta manera Novak Djokovic se mete, una vez más, en la historia grande del tenis e iguala a Rafael Nadal en cantidad de títulos Majors.

En la previa todo estaba en juego. No solo el título de campeón del Abierto de Australia, si no el número uno del mundo. El español Carlitos Alcaraz dejará esta posición a partir de este lunes, luego de una lesión que lo marginó del Abierto de Australia a solo días de su inicio. Tres candidatos había para ocupar este lugar: Casper Ruud, Stefanos Tsitsipas y Novak Djokovic. Estos últimos dos, se jugaron todo en la final… una final que prometía ser apasionante y por momentos lo fue.

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Djokovic fue una verdadera aplanadora en el inicio, con un Tsitsipas que se dejó ganar por los nervios. Con pocas variantes, juego demasiado corto y muy errático, Tsitsipas no encontraba el nivel que demostró a lo largo de las últimas dos semanas. Djokovic aprovechó esto para quebrar rápido el saque del griego y tomar una ventaja de 4-1 que sería fatal para sus aspiraciones. En apenas media hora se quedó con el set y prometía una paliza si Tsitsipas no cambiaba su juego o se olvidaba del contexto del partido.

Con un set a favor el ex número uno del mundo tenía todo para darle una paliza a Tsitsipas. Pero el griego jugó un segundo set maravilloso. Fue, tal vez, su mejor versión del torneo, pero así y todo no le alcanzaba para doblegar a Djokovic. El serbio empezaba a perder los estribos al ver que Tsitsipas se ponía adelante en el marcador en cada game de servicio. Insultos, nervios y miradas a su box, que mostraban una versión de Nole que no se había visto hasta el momento. Aún así, Djokovic seguía en partido y levantaba cada momento de tensión que se le presentaba. Tsitsipas tuvo sus chances de adelantarse y hasta dispuso de un set point en el 5-4, pero Djokovic mantuvo la compostura y a base de espectaculares tiros llevó la segunda manga a un tie-break que jugó con muchísima soltura. Se ponía dos sets a cero y encaminaba una final que parecía complicarse. 

Ya en el tercer set el comienzo nos daba una sorpresa: Tsitsipas quebraba el saque de Djokovic por primera vez en el partido. ¿Llegaba la remontada? Lejos de eso. Apenas le duró la ventaja al griego, ya que Djokovic devolvió el quiebre jugando a un nivel espectacular y le daba un nuevo cachetazo psicológico al griego. Tsitsipas, bastante desmoralizado, se mantenía con vida, pero no podía volver a intentar un quiebre… ¡Ni siquiera tuvo alguna chance más e incluso no ganó un solo punto con su devolución desde el quiebre!

Esto fue fatal para Tsitsipas que solo se aferró a su servicio para estirar el partido a un tie-break, que podría haberse evitado en caso de que Djokovic aprovechara sus chances en el tercero. Allí Djokovic dejó en claro quien mandaba en el partido y quien debía quedarse con el título. Tomó ventaja rápido y vapuleó a un desmoralizado Tsitsipas por 7-5. Así se quedó con el número uno del mundo, volvió a hacer historia y logró su 22º título de Grand Slam

Juan Regueiro