Novak Djokovic a un año de su deportación: «De repente me convertí en el villano del Mundo»

Hace un año Novak Djokovic llegaba a Australia y protagonizaba un escándalo mayúsculo al ser deportado por el gobierno de ese país. El tenista serbio no iba a tener la posibilidad de jugar este año en el primer torneo grande de la temporada, el Abierto de Australia, ya que por este año no iba a poder ingresar al país. Sin embargo el cambio de dirigentes hizo que Novak tenga esta oportunidad y pueda volver a jugar en Oceanía. Ahora el ex número uno del mundo habló de lo que vivió en aquel episodio y mira hacia atrás sobre lo que sucedió. 

Presión mediática

«Me vi arrastrado hacia una tormenta mediática en la prensa de todo el mundo, que tiene que ver con todo aquello del COVID y la vacuna. De repente, me convertí en el villano del mundo, una posición en la que es muy feo estar. Lo que se dijo sobre mí en la prensa no fue nada bueno». 

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Efectos de lo que pasó

«Me quedé en mi casa durante varias semanas, no salí demasiado afuera. Solamente esperaba que la situación pudiera calmarse, lo que al final pasó. Pero los efectos siguieron ahí. Me persiguieron durante varios meses. No sabía que iban a afectar a mi tenis y a la forma en la que juego. No fue nada fácil volver a empezar mentalmente. En cada conferencia de prensa me hacían alguna pregunta sobre lo de Australia. Todo el mundo me lo recordaba».

«Todavía es desafortunado y me duele que mucha gente tenga una idea equivocada de lo que pasó. La prensa se agarró de mi durante varios meses y no por el lado positivo. Eso hizo mucho daño a mi marca, a mucha gente cercana a mí y a mí personalmente. Es algo que aceptas, pero tuvo un impacto muy grande y llegó a muchas partes del mundo en la que la gente todavía habla de eso y lo recordará durante mucho tiempo. Es algo que me va a perseguir«.

¿Doble vara para entrar a Australia?

«Entiendo el motivo de su frustración, pero tengo que decir que se dijeron cosas que estaban completamente equivocadas. Mucha gente aún tiene una concepto erróneo de lo que pasó. Había dos o tres personas más que entraron a Australia antes que yo, exactamente con la misma exención médica. Yo seguí las reglas. Mi exención fue validada por un cuerpo de gobierno y médicos. Llegué aquí con todos los papeles en regla. Todo se descontroló y se me etiquetó de una forma u otra. Se hizo tan grande que no podía contrarrestarlo. Quería quedarme en Australia y jugar al tenis, pero llegó un punto en el que simplemente quería irme y volver a casa».