Nadal revela el período psicológico más complicado de 2019
Rafael Nadal concedió una entrevista al periódico español AS, donde hizo un balance minucioso de su impresionante temporada 2019, que terminó con el título de la Copa Davis.
El número uno del mundo no olvida el comienzo de una temporada complicada. “La temporada fue fantástica en todos los sentidos y con diferentes tramos. Viví muchas cosas, algunas enormemente positivas y otras sin duda duras. Por suerte, hubo un momento concreto en el que cogí una dinámica buena y ya no la solté. Pero no puedo olvidar lo que pasó en el primer mes”, recordó ‘el toro’.
“Venía de un 2018 tenísticamente muy bueno, pero muy complicado a nivel físico. Sólo terminé siete torneos con muy buenos resultados. Acabé como número dos del mundo y todo quedó en menos. A principios de 2019 me tuve que bajar de Brisbane, por una rotura en el cuádriceps. Son cosas que se olvidan, sí, pero en ese momento te van quemando interiormente”, admitió.
Pero los momentos complicados no terminaron ahí. “Llegué a Melbourne con dudas, aunque jugué bastante bien excepto en la final. Me sentía bien, pero en Acapulco noté un dolor en la muñeca y sólo pude entrenarme un día antes de empezar. Otro golpe. Perdí con Kyrgios, competí y no gané. El tratamiento me fue bien, aunque en Indian Wells no logré jugar las semifinales por un dolor en la rodilla. Ese fue el momento más duro del año, porque venía de muy malas temporadas de lesiones”, afirmó.
Siguieron tiempos difíciles, más aún, en su temporada favorita del año. “La preparación para la temporada de arcilla fue corta y difícil. Estaba cansado y desmoralizado. Pasé unas semanas malas en casa, tanto física como mentalmente. De hecho, antes de viajar a Montecarlo dejé de entrenarme a ver si mis ideas se refrescaban. Allí no lo hice tan mal, salvo en semifinales, que fue un desastre”, destacó.
Fue entonces cuando llegó uno de los momentos decisivos. “Y llegó Barcelona. Gracias a la ayuda de la familia y del equipo, y de su opinión, seguí adelante, aunque en el Godó les pedí que me dejaran una noche solo en mi habitación tras vencer con sufrimiento a Mayer, y fue cuando vi que tenía que darme una oportunidad. Salí a la pista contra David Ferrer y pensé que tenía que cambiar el chip, valorar cada mejora y aceptar lo que pasaba, al menos hasta París”, reveló el número uno del mundo.
“Empecé a ir cada día a mejor. En Barcelona acabé bien, aunque me venció Thiem, y en Madrid luché contra Tsitsipas. Sentí que de cabeza estaba mejor y me fui para Roma con la sensación de que había estado muy mal, pero, aun así, cerca de mi objetivo. Con todo lo que pasó, había jugado tres semifinales seguidas. En Roma el cambio fue muy importante, comencé a competir a un nivel muy alto. Y en París me vi listo. A partir de ahí, uno gana o pierde, claro, pero desde aquel segundo día en Barcelona hasta Abu Dhabi pude disfrutar de la temporada”, concluyó con una extensa explicación.