Mary Pierce y lo difícil que fue no sentirse amada por los franceses
La extenista francesa Mary Pierce habló en una entrevista para Le Figaro sobre lo difícil que fue no sentirse amada por los franceses durante su carrera profesional. La ganadora de Roland Garros en el 2000 y ex top tres del mundo explicó cómo el no contar con el apoyo de la prensa y público francés marco su carrera.
“Cuando el público o la prensa no fueron amables conmigo, me dolió. Fue difícil para mí sentir que no era amada por los franceses. Entonces sus ojos cambiaron, crecí y maduré. Comprendí por qué el público era duro conmigo y consideré que estaba haciendo lo mejor posible”, dijo, citada por Tennis World.
Pierce también de cómo ser mitad francesa y mitad estadounidense la hizo ser más fuerte:
“Tienes que aceptarme como soy. No soy 100% francesa. Nací en Canadá y crecí en los Estados Unidos. Mi padre era estadounidense y mi madre es francesa. Mi padre tomó la decisión por mí cuando tenía 13 años, me fui a vivir a Francia, sin nunca haber estudiado francés. El inglés es mi lengua materna, aún hoy tengo acento y cometo errores cuando hablo. La USTA estaba dispuesta a ayudar a mi familia, siempre que trabajara con un entrenador federal, pero mi padre se negó. Mi madre pidió entonces ayuda a la federación francesa, que respondió positivamente. Entrené en el CNE en París y desde allí fui leal a Francia. Viví la mitad de mi vida en los Estados Unidos y la otra mitad en Francia. Soy una mezcla y creo que eso es lo que me hace fuerte y me hace única. Me las arreglé para manejar bien la presión mental cuando me llegué a Roland Garros, lo que no siempre fue el caso de algunos de nuestros mejores tenistas”, explicó.