Ljubicic revela detalles del triste final de Federer: «Intentó hacer todo para volver»
Roger Federer conmovió al mundo del tenis este jueves al anunciar su retiro del deporte profesional, aunque venía batallando hace tiempo con esa posibilidad. El suizo confirmó que a los 41 años dirá adiós definitivo a la actividad en la Laver Cup, el torneo que organiza junto a su agencia Team8. Federer lleva más de dos años luchando con una lesión de rodilla que no pudo recuperar como quería. Tras desistir en su último intento, uno de sus entrenadores, Iván Ljubicic dio detalles del detrás de escena de la decisión triste. Y también compartió recuerdos y momentos en su experiencia con Roger.
«Quiero pensar que tenemos que celebrar una carrera, no es un momento triste», dijo Ljubicic en diálogo con Sky Sports. El croata, cabeza del equipo de Federer en los últimos años, puso en claro que la despedida de Roger era algo que se veía venir tristemente. «No ha jugado en más de un año y lo sé desde hace tiempo. Quiere jugar la Copa Laver, pero ha decidido acabar con ella. Intentó hacer de todo para volver a ser competitivo».
«Él nunca buscó una razón para renunciar. Quiere y le gustaría jugar, incluso hoy», aseguró Ljubicic. En definitiva, es el cuerpo el que le indica a Federer que debe dejar de jugar. «Renuncia hoy porque su cuerpo le dice que ya no puede ser tan competitivo como todavía quiere ser. Siempre ha jugado divirtiéndose y tratando de ganar lo máximo posible, pero nunca buscando un motivo para parar».
Ljubicic tuvo el privilegio de ser rival de Federer durante muchos años y luego su guía fuera de la cancha. Y lo recuerda por lo que hizo, pero sobre todo por su legado. «Lo recordamos y lo conocemos como un jugador ganador. Está por encima de todo eso: Roger es elegancia, es clase. Ha llevado el tenis a otro nivel. Rompió el hielo, los demás llegaron después y, como es normal, en algunos aspectos hasta lo superaron. Ha cambiado el deporte».
Federer llevaba más de cuatro año sin títulos de Grand Slam cuando llamó a Ljubicic a colaborar con él. Y el croata fue una pieza vital en su recuperación que lo llevó a ganar tres títulos major y volver a ser número 1 del mundo. «Como entrenador lo encontré un poco desanimado. Intentamos darle la confianza para ganar uno o más Grand Slams. Trabajamos el juego en general, porque en mi opinión tenía que estar más cerca del campo y jugar plano para quitarle tiempo al rival».