La última oportunidad de Guido Pella: «Lo que tengo no tiene cura»

Por Nico Quércia - 27 de septiembre, 2022
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Foto de @ATPTour_es

Guido Pella lleva casi un año sin jugar al tenis tras alejarse del deporte por una lesión y para dedicarse a su familia. Pero busca darse una última chance. El tenista argentino de 32 años compitió por última vez en el ATP de Moscú, en octubre del año pasado. Y desde entonces no volvió a disputar un torneo oficial. En parte por una lesión de rodilla que «no tiene cura». Pero también para dedicarse a su familia, ya que se convirtió en padre por primera vez. Sin embargo, quiere darse una oportunidad más para jugar al tenis antes de colgar la raqueta, pese a su lesión.

«Lo que tengo no tiene cura», contó Pella en medio de sus entrenamientos en Palermo, donde se disputa esta semana el Challenger de Buenos Aires, en una entrevista reproducida por el torneo y El Gráfico. El zurdo venía batallando con dolores de rodilla, pero a fin de 2021 dijo basta y decidió parar. «Era un dolor que prácticamente no me dejaba caminar en la cancha. Decidí tomarme un tiempo y al mes me enteré que iba a ser papá. Todo se se dio para que diera un paso al costado por un tiempo. Estoy tratando de adaptar mi rodilla de nuevo y ojalá jugar sin dolor», deseó Pella.

En un año en el que Juan Martín del Potro y Roger Federer dijeron adiós al tenis por problemas de rodilla, Pella intenta superar su propia lesión con esfuerzo y trabajo. «No tengo cartílago en la rodilla y la articulación empezó a funcionar muy mal. Lo único que puedo hacer es fortalecer la zona para que el tema lo manejen el cuádriceps, los isquio y los glúteos. Me duele pero lo intento», explicó el argentino, campeón de la Copa Davis en 2016.

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Pella conquistó su primer y único título ATP en San Pablo 2019. Mismo en el que consiguió su mejor resultado en un Grand Slam al llegar a cuartos de final en Wimbledon y tocó su mejor ranking ATP como 20° del mundo. Dos años después, su vida dio un giro. Lejos de las canchas, pero feliz por ser padre de Arianna junto a su pareja Stephanie Demner. Y esa es una de las motivaciones que lo invitan a intentar el regreso a las pistas. «Al tenis le di mi vida desde que nací. Ahora que soy papá tengo ganas de volver, de mostrarle a mi hija, por más que no entienda nada, que si uno tiene ganas puede volver a jugar, después de un año, a pesar del dolor».

Pella planea volver a jugar algunos torneos Challenger en Sudamérica antes de fin de año. Y si su rodilla responde, intentar disputar el circuito en 2023 arrancando en el Abierto de Australia. Pero todo dependerá del día a día. «Para volver con dolor, con viajes, ver que no me siento bien y jugar con un dolor insoportable prefiero quedarme en casa hasta que no me duela o decida que no funciona».

Nico Quércia