La confesión más triste de Del Potro: «No puedo subir una escalera sin dolor»

Juan Martín del Potro se retiró del tenis este año, aunque no deja cerrada totalmente la «ventana» a un regreso a las canchas. El argentino debió decirle adiós a la raqueta debido a sus constantes lesiones, en este último caso en la rodilla. Un problema al que todavía no le encuentra solución. Del Potro jugó su último partido en el Argentina Open en febrero. Y desde entonces sigue buscando tratamientos para volver a competir. Aunque primero quiere mejorar su salud personal para el día a día. Pues como reveló recientemente, sufre de dolor de forma cotidiana hasta en las actividades más elementales.

«No puedo subir una escalera sin dolor», confesó Del Potro en diálogo con La Nación. El tandilense reveló que como actividad física solo camina, ya que ni siquiera puede correr en la cinta. Los problemas de rodilla lo obligan a cuidar mucho la zona y descansar de forma obligada cuando se somete a una exigencia, incluso en actividades simples, como conducir varias horas un automóvil.

«Ya lo conté: a Tandil, que son cuatro horas manejando, tengo que parar y estirar las piernas», ejemplificó Del Potro. El argentino describe su realidad como «dura» y «triste«, pero siempre mantiene optimismo. «Trato de no quedarme con eso y mi nuevo desafío es cómo tratar de procesar todo, asimilar lo que me toca y cómo me levanto todos los días para vivir lo mejor posible».

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