La confesión más dolorosa de Dominic Thiem: «Si no hubiera sentido eso, me habría retirado»

Por Nico Quércia - 13 de abril, 2023
Dominic-Thiem
Foto de ATP

Dominic Thiem es uno de los mejores tenistas de la última década. Pero desde hace algunas temporada viene sufriendo los efectos de una dura lesión. En 2020, el austriaco se convirtió en campeón de Grand Slam en el US Open y su vida cambió. Un año después, padeció una grave lesión en su muñeca derecha que lo obligó a modificar su juego y lo afectó emocionalmente. Tanto que hasta el día de hoy no se ha recuperado. Tras separarse de su entrenador de los últimos cuatro años, Nicolás Massú, Thiem inicia una nueva etapa. Pero mirando los momentos más dolorosos. Esos en lo que pensó hasta el retiro.

«Tras mi triunfo en el US Open de 2020 tuve serios problemas para encontrar la motivación necesaria», admitió Thiem durante el Masters 1000 de Montecarlo, donde cayó en segunda rueda ante Holger Rune. «Me sentí completamente vacío, era como si hubiera logrado algo que había estado persiguiendo durante tanto tiempo y acabó con el sentido de la vida del tenista», agregó el austriaco, que tocó fondo al caer en primera rueda de Roland Garros 2021. Pero cuando sentía que todo empezaba a cambiar, sufrió la lesión en Mallorca. «Posiblemente mi cuerpo no aguantó este cambio de intensidad tan repentino y la lesión fue consecuencia de eso».

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Fueron muchos meses de sufrimiento, primero para volver a jugar sin dolores. Y luego para poder soltar sus golpes sin temores a volverse a lesionar. «Estuve muy cerca de perder por completo la esperanza», confesó Thiem, que salió del Top 100 y no ha podido volver a su mejor nivel aun. Cerca del retiro, el austriaco se decidió a seguirlo intentando. «En el fondo guardaba un poco de luz, un fuego interior que me hacía creer en mí mismo y querer esforzarme más. Si no hubiera sentido eso, me habría retirado».

Thiem se mantuvo siempre junto a Massú durante todo este proceso, pero ambos sintieron que era el momento de un cambio. Aunque fue el austriaco el que tomó la iniciativa. «Me ayudó mucho saber que era una decisión mutua porque cuando le pedí la palabra la semana pasada, después de la reunión en Estoril, le dije mi decisión y me dijo que si no pedía la palabra, él lo haría». Los dos llegaron a la conclusión de que «lo mejor era dejar de trabajar juntos».

Nico Quércia