Juanjo Moreno, el hombre que cuida el cuerpo de Alcaraz: «Nos preparamos para ganar cada torneo»

Carlos Alcaraz tiene algunas personas fundamentales en su carrera. Una de ellas es su coach, Juan Carlos Ferrero. Otra es su fisioterapeuta, Juanjo Moreno. Y una tercera es su agente, Albert Molina. Ferrero es el gran artífice del éxito de Alcaraz, quien lo vio de pequeño, decidió ser su entrenador principal cuando tenía ofertas de tenistas de renombre y lo guio a ser el número 1 más joven de la historia. Molina es quien maneja los destinos de la carrera de Carlitos también desde joven y una presencia constante en su vida. Pero Moreno es fundamental: es el hombre encargado de cuidar el cuerpo de Alcaraz para ganar.

«Como equipo de Carlos Alcaraz, capitaneado por Juan Carlos Ferrero, nuestras metas y objetivos son los máximos. Cuando preparamos a Carlos para cualquier competición es para que la gane. Como equipo no tenemos otro objetivo en la cabeza que no sea ganar el torneo al que nos presentamos», afirma Moreno en diálogo con la ATP tras la histórica consagración de Alcaraz en Wimbledon, donde sorprendió a propios y extraños derrotando a Novak Djokovic en la final. «Si no nos sorprendiera significaría que no somos humanos», admite Juanjo, aunque da cuenta de todo el trabajo previo que justifica este resultado.

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«Si con tan poco periodo de adaptación a una superficie logramos ganar Queen’s y Wimbledon, claro que sorprende. Sorprende desde un punto de vista de conseguir un hito histórico y grandioso, pero no porque no nos los esperáramos. Realmente nosotros esperamos ganarlo y por ese motivo trabajamos cada día», dice el fisio de Carlitos. Alguien muy importante sobre todo tras lo sucedido en Roland Garros, donde sufrió calambres ante Novak Djokovic en semifinales. Aunque no por falta de preparación física, sino producto de la tensión.

«Cuando se produce un episodio de calambres como el que ocurrió, hay gente que piensa que quizá la fórmula no era la adecuada. Pero nosotros estábamos muy tranquilos desde ese punto de vista fisiológico», explicó Moreno. «Después, el plano psicológico es complicado. Puedo preparar a Carlos algún complemento de sales o alguna bebida relacionada con evitar las rampas y calambres, pero es complicado entrar en su mente», agregó el fisio. Alcaraz tiene una psicóloga, Isabel Balaguer, que lo ayudó a superar ese evento frustrante. Y vaya que todo el trabajo dio resultado. Semanas después, Carlitos volvió a enfrentar a Djokovic ni más ni menos que en la final de Wimbledon. Y le ganó.

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«Carlos es un deportista que aprende muy rápidamente de lo que le ha ocurrido», dice Moreno. «Cuando acabó el partido él también se plantea preguntas de por qué ha sucedido y lo hablamos en equipo. Se le dice cuál ha sido la razón, lo entiende perfectamente y aprende de lo vivido. Con esta información y con el trabajo que él realiza con su psicóloga Carlos ha sido capaz de aprender y superar esta situación».

Así y todo, Moreno admite que durante la final con Djokovic temió vivir lo mismo que en Roland Garros. «Conforme iba avanzando el partido yo, como uno de los principales responsables en ese sentido, me iba poniendo algo nervioso por la idea de que puedan venir otra vez esos calambres. Pero también confiaba en la capacidad de aprendizaje que tiene Carlos», dijo Juanjo. «Uno de los mantras de nuestro equipo es que no hay derrota sino aprendizaje. Carlos es un referente en este sentido».