Iga Swiatek, la reina del tenis otra vez: «Volver al número 1 es un sueño hecho realidad»

Iga Swiatek acabó 2023 como casi siempre en las últimas dos temporadas: arrasando rivales y arriba de todas para ser la número 1 del mundo. La polaca tuvo en 2022 una de las mejores temporadas de la historia del tenis femenino, apuntalada en su inolvidable racha de 37 triunfos consecutivos y dos trofeos de Grand Slam además de otros grandes títulos. Este año, la expectativa por repetir y la presión pudo con ella en varios tramos y cedió el trono a Aryna Sabalenka tras el US Open. Pero con un sprint brutal ganó el China Open y las WTA Finals de Cancún para volver al lugar que le pertenece.

«Volver al número 1 del mundo es un sueño hecho realidad», dijo Swiatek tras consagrarse campeona en Cancún este lunes y desplazar a Sabalenka para retornar al número 1 mundial en el cierre de la temporada. Algo que Iga quería, pero que no pensaba que iba a ocurrir tan pronto. «Yo diría que no me lo esperaba en este momento. Esperaba que la próxima temporada fuera mi año, pero parece que solo hay que trabajar duro. Y centrarme en las cosas correctas al final funcionó, así que estoy muy feliz», dijo Iga.

Iga Swiatek y la felicidad de un gran cierre de año: «Siento que tengo cada vez más apoyo»

«2022 fue tan asombroso que no sé si me será posible repetir una temporada como esa», pensó Swiatek cuando comenzó este año. Y así fue, con algunas derrotas duras que la frenaron en el envión, además del crecimiento de sus rivales. Pero tras perder el número 1, Swiatek se reagrupó y asumió que estaba teniendo un buen año igual, por lo que comenzó a disfrutar otra vez. «Así que al final ya no me sentí como si estuviera en la sombra porque sabía que estaba teniendo otra gran temporada. Y honestamente, acepté que no voy a tener una temporada como esa, como en 2022, y simplemente miraba hacia adelante».

«Aprendí la lección y esta vez no quería que el puesto número uno en el ranking tuviera un impacto en mí», dijo Swiatek tras ganar la final a Jessica Pegula. Una final en la que había mucho en juego. Pero Iga pareció no dejarlo en evidencia. Ya que solo cedió un juego en un récord para la historia del torneo. «Fue un poco difícil, es difícil no pensar en cosas así. Pero en realidad, cuando entré a la cancha, sabía que tenía que concentrarme en diferentes cosas. Y, de hecho, las condiciones aquí eran un poco complicadas. También me ayudó a concentrarme en mi juego de pies, mis tiros. Y eso me mantuvo ocupada sin pensar en todo eso».