Guillermo García López decide no tener entrenador
Guillermo García López pasó por uno de esos momentos en la vida en los que se analiza qué es lo que está pasando y qué sucederá en un futuro. El tenista llegó a este punto hace unos meses, cuando finalizaba la temporada sin grandes resultados. Con 38 años y fuera del top 100, este fue honesto consigo mismo y decidió emprender un nuevo y arriesgado viaje este 2020. Luego de trabajar un año con Juanma Esparcia, el español decidió que para la próxima temporada no tendría entrenador y solo contaría con la ayuda de su preparador físico y su fisioterapeuta.
En medio de la pretemporada, el 144 del mundo, desde Alicante, ofreció una entrevista telefónica a Punto de Break, en la que explica su decisión, analiza el 2019 y confiesa su postura ante el retiro.
Confesó que al hacer un balance de la temporada, a nivel de resultados, no ha sido un buen año, pues comenzó en un ranking que luego empeoró en 12 meses, y su juego no ha sido el mejor.
Al preguntarle sobre qué fue lo que aprendió este 2019 comentó que, a pesar de no haber jugado al nivel que puede dar, lo positivo que saca de esto es que ya tiene una carrera hecha, en la que ha ganado mucho y siente que necesita estar libre para jugar a todo lo que puede dar.
El español explicó su decisión de separar caminos con Juanma Esparcia. “Fue una decisión mía, pero me entendió perfectamente, acabamos de la mejor manera posible. Hablamos al finalizar el US Open y le comenté mi punto de vista. En este momento quiero tomar un camino más libre, viajando solamente con el preparador físico. Con toda la experiencia que arrastro de mi carrera, ahora mismo prefiero no tener esa presión del entrenador. Sobre todo a nivel mental”, comentó.
Para él será una experiencia totalmente nueva, y esto es lo que opina sobre cómo va su primer año en solitario: “De momento estoy bastante bien, vengo de hacer la primera pretemporada de mi vida sin entrenador y estoy sorprendido, me he sabido organizar y he conseguido hacer de entrenador/jugador. Hay veces que uno se tiene que abstraer de uno mismo para ser imparcial y ponerse sus propios objetivos. Sé en lo que he fallado, he sido sincero conmigo mismo, ahora cuando lo haga mal ya no valdrá echarle las culpas a quien me rodea. Esto me ayudará a ser mejor jugador y a crecer a nivel personal. Sé que a veces la figura del entrenador te puede ayudar, aunque sea con un simple gesto desde la grada, pero confío en que mi experiencia en el circuito me ayude a analizar cada partido desde dentro de la pista para sacarme yo solito las castañas del fuego”.
Sobre su retiro: “La retirada no es la peor decisión del mundo, es algo natural, como la muerte. Todas las carreras tienen su principio y su final, yo no voy a ser eterno, pero tampoco me voy a retirar mañana. De momento, voy a jugar una temporada más. Si llega el momento de tomar esa decisión, con toda la alegría y la naturalidad, me retiraré orgulloso de la carrera que he hecho. Pero no será la peor decisión del mundo. Será extraño, una mezcla de alegría y tristeza, pero lo entiendo como la vida misma. Es parte del viaje”.