«¡Es falsa!»: Rublev «denuncia» la foto con Medvedev cuando eran juveniles
Daniil Medvedev y Andrey Rublev protagonizaron un curioso cruce en redes sociales en las últimas horas, a raíz de su enfrentamiento en la final de Dubái. El ex número 1 del mundo compartió una imagen de los dos tenistas cuando eran juveniles. Allí se los puede ver a ambos con gesto serio, como a disgusto. «Incluso de niños estábamos emocionados de jugar entre nosotros», escribió Medvedev divertido. Pero el propio Rublev se encargó de desmentirlo con una aclaración.
«Solo para que sepas, es una foto falsa. Hay un jugador rumano ahí, no Daniil», aclaró Rublev. El periodista Marcos Zugasti reveló las fotos originales y se trata de una edición que mezcló a ambos jugadores rusos. En realidad, junto a Rublev en la foto original se hallaba un tenista rumano, Bogdan Borza, que actualmente trabaja para una cadena periodística en su país.
Los cruces entre Medvedev y Rublev cuando eran niños: «Ambos estábamos locos»
Medvedev y Rublev de niños
«Ambos estábamos locos. Jugamos globos; cada jugada era de 10 minutos. Seguíamos empujando esos globos hasta el agotamiento. Uno de nosotros metía un globo y había tres minutos de llanto y lanzamiento de raquetas», recordó Medvedev antes de su final contra Rublev en Dubái. «Creo que jugamos sin jueces de línea, lo cual fue bueno, nadie se suicidó mientras nos miraba. Luego otro punto: 10 minutos de espera (para que alguien falle), tres minutos de llanto. Uno de nosotros rodando por la cancha después de ganar el punto», relató divertido el ex número 1 del mundo. Y siguió.
«El otro llorando, ‘¡Todo es terrible!’ Eran tres o cuatro horas así. Nos volvíamos locos de manera diferente. Yo estaba lanzando raquetas, llorando, gimiendo. Él estaba lanzando raquetas pero sin llorar ni gimotear. En cambio, le gritaba a todo y a todos los que estaban alrededor», recuerda Medvedev, que lidera el historial 4 a 2 ante Rublev en el circuito ATP. «Estaba así de loco. Podía decirle al juez lo que pensaba de él. Alguien simplemente pasaba y le decían que se fuera al infierno. La mayor parte del tiempo yo estaba gimiendo, llorando, tirando raquetas, agarrando arcilla de la cancha y comiéndola».