Entrenador Franco Davin supera el coronavirus: «Pensé que iba a morir»
El argentino Franco Davin, exentrenador de tenistas como Fabio Fognini, Juan Martín del Potro y Gastón Gaudio, fue diagnosticado con covid-19 a principios de este mes y en entrevista con el diario ‘La Nación’ reveló que pensó que iba a morir.
Davin, que llevó a Fognini al top 10, Del Potro al título del US Open 2009 y Gaudio a Roland Garros 2004, tiene 50 años, un buen físico y ninguna comorbilidad previa. El extenista, actual entrenador del británico Kyle Edmund, vive en Miami desde hace algunos años, donde pasó la cuarentena en casa con su familia, evitando exponer a su hijo menor, Nacho, que tiene síndrome de Down y está en el grupo de riesgo.
“Me daba la sensación de que Miami podía ser parecido a Nueva York [en cuanto a cantidad de contagiados], porque es un lugar en el que pasa mucha gente. Pero no pasó. Después se empezó a abrir, a jugarse al tenis y a hacer vida normal. Yo trabajo con muchos chicos de 18, 20, 22 años, que aparentemente son los asintomáticos y los que están trasladando el virus. En el momento que me fui a hacer el test llamé a todas las personas con las que había estado y ninguno tuvo síntomas ni el virus. Por eso también me dio la sensación de que no lo tenía. Pero ese fin de semana empecé a sentir pérdida del gusto y olfato. Ahí ya me estaba sintiendo un poco mejor físicamente”, reveló el entrenador que también dijo sentirse cansado y pensó que solo era gripe.
Davin relató que la paso muy mal debido a la enfermedad. “Al cuarto o quinto día me empezó la tos y la falta de aire. Eso es lo peor. En mí situación fue lo que más me desesperaba porque lees todo lo que pasa. Tengo amigos italianos que me decían una cosa, los españoles me decían otra. Me vino muy bien tener el medidor de saturación de oxígeno. El médico me decía que me controlara, porque si saturaba menos de lo indicado me tenía que ir al hospital”, dijo.
Franco Davin se mantuvo en casa aislado de su propia familia y solo su esposa Mariana tuvo contacto con él para pasarle la comida por la puerta del cuarto en el que estaba aislado. Sin tomar ningún medicamento, solo paracetamol para controlar la fiebre, el argentino dice que pasó cuatro noches desesperantes. “El peor momento fue el de la falta de aire, porque no sabés hasta dónde llega. Estaba al límite con el número del saturador. A la noche te empezás a desesperar un poco. La vi fea, la pasé mal y sentís que te morís, que falta… Vas leyendo lo de los días y es tal cual. También tengo un amigo que es médico, Miguel Castellán, y hablaba con él. Era difícil porque yo no estaba tomando nada, entonces no sabés si estás haciendo bien o no. Hay muchas opiniones diferentes”, señaló.