El lado más complicado de Novak Djokovic: «No soy un tipo fácil…»

Novak Djokovic es el hombre récord del tenis mundial. Pero lograr el éxito en su carrera no es una tarea sencilla y demanda esfuerzo y también carácter. El serbio se consagró campeón de Roland Garros 2023, su tercer título del Abierto de Francia y 23° de Grand Slam. Pero como reconoció en su ceremonia de premiación, «no soy un tipo fácil». Y tanto su equipo liderado por Goran Ivanisevic como entrenador, como su familia más cercana, saben de primera mano lo complicado de este lado de Novak Djokovic.

“Tal vez entremos en más detalles en un libro, el mío o el de Goran. Soy extremadamente agotador durante los Grand Slams», dijo Djokovic hablando con periodistas serbios tras ganar Roland Garros, según recoge Tennis Majors. «Mi equipo lo sabe, mi esposa lo sabe, mis padres lo saben. Todos saben que a veces necesitan apartarse de mi camino, irradio esta energía que dice ‘Quiero tener tiempo para mí'».

Nole es quizás el mejor tenista de la historia. Seguro, el más ganador. Pero también uno de los más efusivos dentro y fuera de la cancha. “Estoy nervioso en la cancha, exigiendo fuera de la cancha. Me conozco bien y sé lo que se necesita para ganar uno de estos trofeos, así que espero que los demás den el máximo de sus habilidades para que se mantengan enfocados en esta misión. Por eso no es fácil. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría”, explica Djokovic.

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El serbio destacó la importancia de dos rocas como son su familia y equipo para haber llegado a construir su carrera de leyenda. “Soy un orgulloso padre, esposo, tío, hermano, tratando de ser la mejor versión de mí mismo. Pero lo que consume la mayor parte de mi energía es mi papel como tenista profesional. Para tener tanto éxito, necesito el apoyo de las personas que me rodean», indica Djokovic.

Nole valora el trabajo de sus entrenadores, los actuales y los que lo formaron, como Jelena Gencic y Niki Pilic. “Me dieron versatilidad, no perfeccioné mi juego únicamente para una superficie en particular. Practiqué en canchas rápidas, canchas lentas, y los recuerdo haciéndome jugar en todo tipo de condiciones: cuando hace sol, cuando está oscuro, etc., intentaron replicar situaciones que encontraría a lo largo de mi carrera».

“Estoy convencido de que eso me hizo un jugador completo. Si tengo que destacar algo que me define, sería mi capacidad de adaptación, a un oponente, a las condiciones, a cualquier cosa. La base que se puso me permitió ser versátil y consistente. No fui solo yo, sino muchas personas que me ayudaron en el camino”, precisó Djokovic.