El cambio con tonada española que ayudó a Rublev: «Es como un cuento de hadas»

Andrey Rublev consiguió este domingo el título más importante de su carrera profesional ganar su primer Masters 1000 en Montecarlo. El número 6 del ranking mundial, reconocido por su regularidad entre los mejores del planeta pero siempre con un faltante en los momentos decisivos de los partidos importantes, pudo por fin romper el maleficio. Y lo hizo de manera increíble, remontando a Holger Rune cuando parecía derrotado en el tercer set de la final. Y todo después de un cambio de equipo con tonada española que resultó clave en su triunfo.

«Genial. Gran sentimiento. Como decía después de luchar tanto, tantas veces, perder en finales, semifinales, perder incluso antes, sí, luché tanto para ganar el primer Masters 1000 y finalmente lo logré. Lo hice en Mónaco con un torneo realmente histórico», dijo feliz Rublev en conferencia de prensa tras ganar el título. El ruso estuvo 1-4 en el tercer set y con punto de quiebre en contra, pero siguió luchando y acabó dándole la vuelta al marcador. «Es un placer ser parte de esto. Es como un cuento de hadas hoy».

Rublev se mostró tranquilo, a diferencia de su ebullición constante habitual. Incluso cuando en ese momento en que quedó abajo en el tercer set empezó a sufrir espasmos en la espalda. «Cuanto más piensas, peor es, porque la parte mental funciona muy bien. Cuanto más empiezas a pensar en el problema, parece que es el doble de grande. Así que empiezo a tratar de calmarme y no prestar atención. Estaba pensando, solo hazlo. No pienses. Solo hazlo. Eso es todo», explicó el ruso.

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Parte de esa mentalidad se la debe a su nuevo equipo de trabajo. Este año, Rublev decidió cambiar todo su equipo menos a su histórico entrenador, Fernando Vicente. «Con Fer, me doy cuenta de que lo mejor es ser uno mismo. No importa si no le gustas a alguien, al menos eres tú mismo. Y si le gustas a alguien, al menos eres tú mismo», dijo Andrey sobre su coach, quien convocó a Alberto Martín a trabajar con el ruso. Diplomado en psicología deportiva, el español puede aportarle mucho a Rublev. «Alberto es un tipo muy humilde y muy agradable. Son buenos amigos de Fernando, por lo que es muy, muy agradable trabajar con ellos, porque ambos son muy humildes. Puede explicar algunas cosas de la manera más fácil en algunos momentos de estrés, y también está ayudando mucho».

Andrey cree que está en la dirección correcta y planea seguir así. «Siento que puedo mejorar mucho. La cosa es que no sé cuándo y dónde aparecerá también en los torneos. Al final, gané este título. El objetivo sigue siendo el mismo: trabajar duro en esta dirección correcta que estoy haciendo ahora y tratar de mejorar tanto como pueda mientras tenga este tiempo».