El ataque a Monica Seles: a 30 años del día en el que tenis cambió para siempre

Por Nico Quércia - 30 de abril, 2023
Seles

Hace 30 años, el tenis cambiaría para siempre. Y la vida de Monica Seles, una de las mejores tenistas de la historia, también lo haría. La entonces número 1 del mundo, que con 20 años poseía una carrera de leyenda y parecía destinada a convertirse en la mejor de la historia, sufrió un ataque brutal. Durante los cuartos de final del WTA de Hamburgo, un fanático alemán de su rival Steffi Graf, llamado Günter Parche, saltó de las gradas y apuñaló a Seles por la espalda, causando conmoción en el deporte mundial.

«Durante el descanso, tras un juego, apuré hasta el final porque no había bebido nada de agua. Y de pronto sentí un dolor horrible en mi espalda», recordó Seles después del terrible ataque sufrido en Hamburgo. Parche era un fanático de Graf que había visto en Seles una amenaza al reinado de su ídola. Y decidió actuar atacando a la tenista yugoslava. «Me giré buscando de dónde venía el dolor y vi a un hombre detrás de mí levantando un cuchillo contra mí», dijo Seles, que quedó en conmoción mientras el agresor era capturado a unos metros.

Murió Günther Parche, el hombre que apuñaló a Mónica Seles en 1993

Parche estuvo pocos meses en prisión y falleció el año pasado, aunque la noticia se conoció hace pocos días. Seles, por su parte, estuvo dos años sin jugar. No tanto por la agresión física, de la que se recuperó en pocas semanas. Sino por las secuelas emocionales, que cambiaron su vida para siempre. Monica volvió a las canchas en 1995 y mostró gran forma tenística, llegando a ganar el Abierto de Australia en 1996. Pero ese sería su noveno y último título de Grand Slam. Trastornos alimenticios provocados por las secuelas del ataque y la enfermedad terminal de su padre afectaron su vida y su tenis que, aunque competitivo, nunca volvió al nivel de antes del ataque.

La vida de Seles cambió. Antes del ataque, había ganado ocho títulos de Grand Slam antes de cumplir 20 años y parecía destinada a romper todos los récords. Tras la agresión, no fue la misma y su carrera quedó ensombrecida mientras Graf, en una macabra obra del destino, cosechaba todos los récords. Ni siquiera Seles tuvo el consuelo de mantener su número 1 congelado, ya que las tenistas, con excepción de Gabriela Sabatini, votaron en contra de la propuesta.

La vida del tenis, paradójicamente, también se modificó. Tras el ataque a Seles, la seguridad en los torneos cambió y cuando los tenistas van a los descansos y le dan la espalda al público hay personal de seguridad a su lado vigilando las gradas.

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