Walter Grinovero, el entrenador que cambió la carrera de Etcheverry: «Le faltaba un padre tenístico»

Tomás Etcheverry dio un salto en su carrera profesional este año que consolidó esta semana en Roland Garros, donde accedió a los cuartos de final. El platense es uno de los jugadores de mayor ascenso de la temporada. Arrancó el año en el puesto 80° y ya se aseguró quedar entre los mejores 35 del ranking luego del Abierto de Francia, con dos finales ATP disputadas y en busca de más. A fines del año pasado, Etcheverry tomó una decisión importante: cambiar de entrenador. Walter Grinovero se sumó al equipo del tenista argentino y a partir de allí, todo cambió para ambos.

«Es hermosa esta. Estoy preparado. Muy feliz, disfrutando y gozando de este momento», dijo Grinovero a ESPN sobre el Roland Garros que están haciendo con Etcheverry. El entrenador tiene una amplia experiencia en el circuito, habiendo trabajado con jugadores como Francisco Cerúndolo o Facundo Bagnis. Pero fue en 2022 cuando cruzó su camino con Etcheverry. «Empecé en Los Cabos el año pasado, tres semanas antes del US Open. Empecé con el proyecto, conociéndolo. Convencido, no lo dudé. Agradezco a Tomi porque confió en mí en lo que propongo para mejorar».

Etcheverry venía de una gran temporada trabajando junto a Carlos Berlocq. Pero necesitaba dar un salto y Grinovero dio en la clave. «Tomi necesitaba un nuevo esquema de juego, lo veía muy defensivo. Necesitaba aprender una transición de mitad de la cancha hacia adelante. Cambiar algunos golpes, gestos y pensamientos. Nos queda mucho, pero estamos transitando el camino correcto», indicó el entrenador.

«NO TENGO PALABRAS DE AGRADECIMIENTO…» Tomás Etcheverry se cruzó a su entrenador Wally Grinóvero tras avanzar a los cuartos de final de Roland Garros y se unieron en un abrazo que lo dice todo… 👏🏻🇦🇷 pic.twitter.com/xfDGD7jH3H

— SportsCenter (@SC_ESPN) June 5, 2023

«Me enfoqué mucho en la derecha y la transición, que pueda pelotear e irse para la red. Todavía nos falta mucho, no es natural para volear. Se siente cómo de atrás de cancha. Pero siento que es su juego, debe jugar puntos más cortos. Vamos a hacer más saque y red. Pero vamos despacio», agregó Grinovero.

Grinovero destacó la naturaleza de Etcheverry y su calidad humana, razón por la que formaron una gran dupla. «Es un tenista de raza, desde el minuto cero. Lleva el tenis en la sangre. Hay que trabajarlo, transmitirle seguridad», dijo Waly. Además, tomó un rol especial en la carrera del platense. «Lo que sentí es que le faltaba un padre tenístico, alguien en que pueda confiar. Me dediqué a eso, a que confíe y tenga un padre tenístico».

Luego de su última victoria en Roland Garros, los dos sellaron su felicidad en un abrazo fraternal. «Me dijo que no tengo palabras para agradecer lo que estoy viviendo. Le dije que estoy cumpliendo con mi palabra, te dije que te iba a llevar a los mejores puestos. Estoy cumpliendo con lo que prometí», dijo Grinovero.