Badosa solo piensa en tenis: «La política y el deporte no debería mezclarse»

El estallido de la Guerra en Ucrania ha provocado tensiones en el mundo del tenis, con jugadores involucrados. Pero Paula Badosa se despega de ellos. La tenista española habló en una entrevista sobre su carrera, las dificultades de ser tenista profesional. Y también opinó sobre el vínculo entre política y deporte en el contexto de la guerra. Mientras diversos tenistas, especialmente los ucranianos, han encabezado pedidos para evitar que compitan sus colegas rusos. Y también con gestos dentro de la cancha, como evitar saludos o criticar actitudes. Para Badosa, en cambio la política y el deporte «no deberían mezclarse».

«Por mala suerte, se han visto envueltos, pero nunca lo voy a entender», dijo Badosa en diálogo con Glamour al ser consultada sobre su pensamiento sobre el tema. Y lo que ocurre en el circuito de tenis con los rusos y ucranianos. Para Paula, más allá del conflicto bélico, los deportistas deberían estar ajenos. «Al final deporte y política no tienen nada que ver y es una pena que se mezcle tanto entre jugadoras», dijo Badosa.

Tenistas como Aryna Sabalenka han admitido que existe mucha tensión en el vestuario, especialmente entre las jugadoras ucranianas y las rusas y bielorrusas. Para Badosa, sus colegas no deberían tener un rol tan activo en el conflicto dentro del deporte. «Nosotras tampoco estamos metidas dentro. No sabemos lo que hay, se opinan muchas cosas y tampoco se sabe al 100% todo, ni lo vamos a saber», dijo Paula, que prefiere estar ajena. «En mi caso prefiero estar apartada y dedicarme a lo mío. Los políticos que hagan de políticos y los deportistas de deportistas».

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Badosa y la «locura» del circuito

Badosa disfruta de su trabajo como tenista profesional. Pero nunca ha temido hablar públicamente sobre las dificultades que conlleva. Por ejemplo, los viajes constantes. «Es una locura. Para mí, el circuito de tenis es de lo más intenso que hay», dijo la ex número 2 del ranking mundial. «Empiezas el año en enero, en Australia, y lo acabas en noviembre, en Japón, habiendo pasado por todos los continentes. La cosa buena es que estoy haciendo lo que me gusta, que al final es una pasión. Pero no deja de ser mentalmente muy exigente».

Paula fue una júnior prodigiosa, pero le costó emocionalmente adaptarse a las expectativas y presiones. «A veces tu cabeza no está preparada para soportar toda esa presión. Se acumulan muchas cosas», dijo Paula, que con el paso de los años fue progresando dentro y fuera de la cancha. Y lo más difícil para ella es aceptar las frustraciones. «Aprender a perder es para mí lo más difícil», dijo Badosa. «Durante un año muy bueno, puedes ganar dos o tres torneos. Ya sabes que los demás los vas a perder y por eso tienes que entrenar tu cabeza para aprender a perder, que es una de las cosas que más me ha costado entender».